Si hay algo que nos preocupa a todas cuando estamos esperando a nuestro bebé es su alimentación. 

Nos suelen asaltar muchísimas dudas, en especial con nuestro primer bebé. 

¿Querrá coger el pecho?

¿Y si no tengo suficiente leche?

Si opto por el biberón ¿lo estoy haciendo bien? 

Muchas nos estresamos bastante con todas estas dudas. 

En especial esta última ¿estoy haciendo lo correcto?

Sí chicas, tanto si habéis escogido amamantar a vuestros hijos, como si habéis optado por el biberón (por el motivo que sea), está claro que habéis decidido en pos de vuestro bebé y es una decisión que os pertenece y sin duda es la correcta. 

Dicho esto, vamos a entrar en materia.

Donde alimentamos a nuestro bebé importa.

Es lo que tienen las tomas a demanda, en una cafetería, en una sala de espera, en el lugar más inverosímil. Muy a menudo alimentamos a nuestro bebé con carácter de urgencia allí donde sea necesario. 

Pero siempre que sea posible y estemos en nuestro hogar es muy importante convertir estos ratitos en algo satisfactorio para los dos, por eso te recomendamos usar un sillón para lactancia.

¿Es necesario un sillón de lactancia?

Es, si más no, muy recomendable por múltiples razones.

Pasamos a explicarte algunas de ellas:

o   Favorece la circulación de la sangre después del parto. El balanceo del sillón de lactancia mecedora mantiene la circulación en movimiento. Esto evitará la aparición de varices o su empeoramiento si es que ya teníais alguna.

o   Te aporta un confort extra después del parto. Después de esa gran hazaña que es el parto necesitas una buena recuperación y el sillón de lactancia se convertirá en tu mejor aliado para conseguirla. Hay estudios que indican que las mamás operadas de cesárea y que usan sillones de lactancia tienen una mejor recuperación y andan antes.

o   Ayuda a que no se te cansen los brazos. Todas estamos de acuerdo, es una gozada mirar a tu bebé mientras come, nos emociona muchísimo. Pero honestamente, acabamos con los brazos destrozados. Los sillones de lactancia, gracias a sus apoyabrazos, alivian el cansancio.

o   Previenen el dolor de espalda.  Los sillones de lactancia están ergonómicamente diseñados para que tu postura sea la correcta. A diferencia de un sofá el sillón de lactancia en cierta manera te “obliga a sentarte bien”.

o   Libera endorfinas. El balanceo produce un efecto calmante en el bebé y en los padres.

La posición del cuerpo va variando de atrás hacia adelante.

Esto ayuda a que la presión arterial baje y a que respires mejor. Por lo tanto, liberas endorfinas, estás de mejor humor y más relajada.

Vamos, mano de santo.

Esto tu bebé lo nota y se traduce en una mejor toma y en el caso de que amamantes, tu relajación, mejora la producción de leche.

o   Ayuda a crear un vínculo entre vosotros. Disponer de un lugar exclusivo para dar de comer a tu bebé favorece esa intimidad, ese vínculo que se está creando entre los dos.

Como ves, todo son ventajas.

 ¿Pero que hago con el sillón más adelante?

El sillón de lactancia puede ser tu aliado durante la época de lactancia, pero también antes del parto, ya que podrás disfrutar de casi todas las ventajas que te hemos comentado para que vivas un embarazo de calidad.

Una vez pasada la época de lactancia puedes seguir dándole mucho uso a tu sillón; como sillón de lectura, para contar cuentos a tu pequeñín, o simplemente para estar a gusto con tu móvil o viendo una serie.

¿Dónde puedo comprar un sillón de lactancia?

En Showroom del Nadó te ofrecemos los mejores sillones de lactancia, fabricados con los mejores materiales.

sillones de lactancia

Sillones que puedes personalizar, escogiendo sus telas para que conjunten con tu estancia, o para que le den un toque diferente. 

Puedes adquirirlo con el sistema de mecedora, o con patas de madera lacadas en diferentes tonos. 

Y si te interesa puedes comprar el kit de patas o de mecedora extra por si cambias de opinión. 

Queremos recordarte que en Showroom del Nadó estamos encantados de asesorarte y resolver tus dudas sin ninguna clase de compromiso. 

Y tu ¿qué opinas? ¿Cuál ha sido tu experiencia con el sillón de lactancia? ¿Tienes alguna anécdota? ¿Qué otra “vida” le has dado a tu sillón tras la etapa de lactancia? 

Comparte con nosotros tus comentarios.